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domingo, 26 de octubre de 2008

:'(

Y en momentos así es cuando quisiera que estuvieran conmigo. Cuando pienso que nada puede ser peor y que lo único que queda es esperar, pero cómo no me va a desesperar y exhaustar la idea de que esté perdiendo todo este tiempo? Ya sé, ya sé... bonita experiencia, te servirá... pero yo les diré que no... no lo saben. Pueden imaginárselo todo lo que quieran, pero no, no saben.

No quiero palabras de consuelo. Sólo quiero que esto pase rápido, tán rápido como cuando pasas el día riendo con los que quieres. Puede ser así?

Quier mi vida, quiero mi smog, quiero mi transantiago, quiero mi metro, quiero mi ciudad, quiero mi colegio, quiero mis amigos, quiero los tiempos en los que aquí no había problemas.

Estoy molesta hoy

sábado, 18 de octubre de 2008

Y asi...



Camina, Corre, Cae, Sacúdete, Continúa, Mira atrás, pero no tropieces por eso.
Camina, Corre, Cae, Sacúdete, Continúa, Mira atrás, pero no tropieces por eso.

And.. Keep Walking :3

sábado, 11 de octubre de 2008

Cada quién a su manera


Me pregunto si algún dia seremos felices. Bueno, no es que todos lo logremos al mismo tiempo, en realidad me pregunto si es que llegará la ocasión en que la felicidad de algunos no afecte a otros. Que pasa si lo que tomo otro lo desea? Y si soy feliz a costa suya? No quiero ser feliz si eso involucra dañar a alguien más... pero hay elección en eso acaso?

Bueno, cada uno elige que importancia le da a cada cosa y el cómo lo afectará. Causa y consecuencia. Siempre pensar antes de actuar, pero si así lo hiciéramos, las cosas serían un poco aburridas, cuando las cosas interesantes son las que no pensamos que van a ocurrir.Entramos a las leyes: cada cosa que pase desata otra con un efecto igual en sentido inverso. Por algo malo, algo bueno, el equilibrio. Los castigos, las penitencias, las virtudes. El karma
.

Cuidado con lo que uno hace. No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti. Creo que siempre se me ha olvidado eso, y he pasado a llevar a otros, y en consecuencia me han pasado a llevar a mi. Pero es que son tantas cosas, tantas decisiones que tomar cada día, demasiadas cosas a la vez, mucho en que pensar, llevar el pasado, vivir el presente, planear el futuro. Tomar las experiencias y usarlas para predecir cosas venideras, reciclar lo malo y aprender de ello.

Y es que a veces el temor a equivocarse es muy grande, y de repente no es por el acto mismo, sino por las consecuencias que pueden ser positivas o negativas, y todo depende tanto de cada persona y de la situación, e incluso de la hora, el día, etc. Una gran serie de factores en realidad. Y según un libro que lei y me dio la idea, quizás muchas veces reprimimos cosas o no las hacemos por miedo al castigo, temiendo al que dirán, al que apunten con el dedo, a que la imagen sea afectada.

Aunque al final lo que piensen o puedan decir es problema de ellos, y la gente que ha sido más admirada es la que no tenía miedo de hablar, de ser, y que por sobre todo tenía bien claro las consecuencias y el posible castigo, y tuvieron que afrontarlo, (porque, al fin de cuentas, lo que no mata fortalece cierto?). Pero al ser algo diferente, algo que no cumple con lo establecido, nos parece novedoso y lo admiramos. O a lo mejor admiramos a los que hacen aquello a lo que nosotros no nos atrevemos, o es que en esencia no seamos tan buenos, pero estamos condicionados por todo esto.

Pero bueno, quien no ha tropezado dos veces o más con la misma piedra, cuestionándose a si mismo sus actos, pensando en el "pude haber hecho tal cosa", o, "no debi haber hecho esto". No, hay que avanzar, porque, por el momento, lo que ya paso, paso, ahi se quedo. La cosa es aprender, y seguir equivocándose, pero tratar de que esas veces sean pocas.

Y pueden decirse muchas cosas sobre lo que está bien, o está mal. Pero vamos, nadie sigue todo al pie de la letra.

Yo me limito a mis reglas.
=P

martes, 7 de octubre de 2008

Crecer



Creo que ya había dicho eso de tener idea de todo y de nada a la vez. Pero no creí que llegaría al punto en que realmente quisiera todo y nada, que todo lo que había querido hasta ahora simplemente se haya desvanecido, asi como llegó, y de repente volviera, como si no lo controlara yo; como si a voluntad propia y ajeno a mí, se moviera a su antojo; sin importar lo que yo pueda decir. O sentir. Y así, pasa frente a mí, frente a mi mirada de impotencia, y yo viéndole danzar, y subir y bajar, como en una montaña rusa e ir y venir, molestándome; haciéndome notar mi propia indesición.

No hago nada más que recostarme y mirar el techo. Y si, unas cuantas canciones nunca están de más. Sin embargo, hoy no llueve, y llega a ser chistoso; porque hoy no estoy triste, y parece que el cielo tampoco. Siempre comparte lo que me pasa, o es sólo coincidencia, como sea.

Y no sé exactamente cuanto tiempo llevo así, mirando el techo, no sintiendo nada, o mejor dicho, no entendiendo nada, o entendiendo todo, sintiendo todo. Esto es un caos calmado, que ya dejó de transtornarme. O quizás excedió mi límite. Sí, creo que eso fue...

Sé lo que tengo que hacer, pero no lo hago. Confucio diría que estoy peor que antes, porque tengo idea, pero no aplico.

Tamara, para de perder el tiempo con estupideces, deja de preocuparte, deja de pensar tan sólo un momento. Por qué no tomas mi mano? Yo te haré olvidar todo lo que te hace daño, todo lo que te hirió- dijo.

No estoy bien, pero no quiero..

Porqué no? Así estarás bien, y serás feliz!

No, si olvido eso, quizás olvide una parte de mí, una parte de lo que soy ahora. Y sé que necesito estas cosas para aprender, es la única forma en que voy a crecer. Reciclar todo y dejar lo bueno, y aunque nunca pueda expulsar totalmente lo malo, si no sé llorar, entonces tampoco sé reir. Además, tratar de olvidar, o evadir las cosas, es el camino fácil y el que menos sirve.

Es cosa de aprender a correr después de tanto caminar.

lunes, 6 de octubre de 2008

Perdida


No es así. No es como ese frío en la espalda que muchos dicen sentir, no siento eso. Pero, en cambio, como si esto lo reemplazara, siento un calor muy intenso. En mi cabeza, esta ahí todo el día, asfixiándome, y no sé como detenerlo. No deja que sea yo misma, o quizás sea yo la que no quiere mostrarse.

Y porqué tengo miedo? Muchas cosas, demasiadas, y no sé como sacar eso. No sé cuál rol elegir, que cartas jugar, y eso me angustia demasiado, no quiero equivocarme, y en realidad, la mayoría de mi historia se basa en tropezones...No saco nada con preguntar, yo debo averiguar qué hacer, pero no encuentro la manera. Y la presión del quién soy se hace cada vez más fuerte; ya sea por ver a otros, o por lo que me dicen, o por lo que yo misma pienso.

Y así, estoy entre la espada y la pared, si no arriesgo, no gano. Pero no sé, no tengo ganas, o fuerza para saltar. Y qué paso con mi ánimo inicial? Se fue desvaneciendo poco a poco al ver las cosas tan difíciles, pero no puedo rendirme asi.. o.. no debería, pero todo..

Perdida. No hay otra palabra para describirlo.

sábado, 4 de octubre de 2008

Sueño

Y porqué llora? Me preguntó la vendedora detrás del mostrador. Y yo, perdida en mis cosas, pensando en todo lo que tenía que hacer, no me percaté de la situación hasta ese momento. En el suelo, a unos pasos de mí, entre la ropa de gala, lloraba sentada en un rincón del blanco suelo de cerámica, rodeada de la pálida pared; y vestida de negro. Ella.

Todo el mundo la miraba, y a ella parecía no importarle; y de hecho, se veía como si estuviera fuera de este mundo o algo así. No pude verle la cara, pero sus manos eran muy pálidas, casi blancas, y con ellas se tapaba y se secaba las lágrimas. Pero pareciera que con cada lágrima que caía, su ropa se iba deshaciendo, al igual que ella...

No sé porqué lo hace, ni siquiera la conozco- le contesté a la mujer, que parecía haberse olvidado al segundo de la situacion, al igual que todos los demás. Incluso, todos volvieron a lo que hacían. Y yo, viéndola tan sola, me acerqué lentamente hacia donde estaba, pensando en qué podría decirle para que se calmara. Después de todo, era una extraña para ella, y ella lo era para mí.

Y cuando estuve frente a ella, me reí para mí. No podía ser que no la conociera y quisiera ayudarla. Por qué no soy desinteresada como todo el mundo? Y ahí, pensé en darme la vuelta y volver, volver a mis cosas. Ya tenía suficiente con mis asuntos.

Fue entonces cuando una mano alzó la mía. Yo me asusté y voltié enseguida para ver quién era. No puedo recordar su rostro ahora, pero me pareció tan familiar su presencia...

Ella sufre, ella llora, sólo porque así lo decidió. No deberías entrometerte- me dijo.

Cómo no lo voy a hacer!-le dije soltando su mano- Mírala, pobrecita!

Pero él ya no estaba. Ni él ni nadie. Sólo nosotras dos, el blanco suelo, y la pálida pared. Y su vestido negro. Y, claro, ella seguía llorando; y no creí que notara mi presencia.

Sólo me senté a su lado, y la abrazé. En ese momento, dejó de llorar. Y yó, diciéndole que todo saldría mejor (hay algo mas repetido?), trataba de verla a la cara. Y lentamente fui descubriendo... los ojos maquillados de negro, las mejillas rosadas, chasquilla de lado...

Y me dí cuenta. Ella no era ella, sino, yo.

jueves, 2 de octubre de 2008

Sobre el cielo y yo


No sé, estaba pensando; para variar... en el blog. Creo que me ha hecho bien, liberar las cosas que me preocupan o que me pasan aquí. Es como desahogamineto sano o.. algo así.

En fin... Sobre el cielo y yo.

Es extraño, ponerme a pensar ahora en esto; que me ha pasado en toda la vida, incluso cuando no me doy cuenta; y el caso es que, me gusta el cielo. Para mí no es solo una masa azul y a veces negra, que es mayor a lo que puedo ver, que sigue infinitamente hasta donde solo Dios sabe. Es más que eso. Es una de las pocas cosas que a veces se portan tan indiferentes o tan apegadas a lo que a uno le pasa...

Y no se, ya perdi la cuenta de cuantas veces lo he mirado. (Y en realidad es tonto pensar en eso) Pero la verdad es que las formas en como lo he hecho han sido tantas... con esperanzas, con tristeza, con alegria, con desesperacion, con rabia, con ira, con dolor, con tranquilidad..
Muchas cosas, tantas que si hablara... seria una revuelta, un cúmulo de cosas, de sentimientos e ideas y acontecimientos que se dejaron atrás o nunca ocurrieron.

Cielo.

Dia de lluvia


Dia de mierda! fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando abrí los ojos. Había dormido fatal y no entendía lo que me pasaba que me sentía tan.. vacía? no.. triste? no.. melancólica? no... feliz? no... enojada? no... Bueno, un poco de todo, o un poco de nada supongo...

Y da la coincidencia, acá los días nublados. Cielo de mierda, la mayoría del tiempo muestra mis estados de ánimo, como si supiera cada cosa que me afecta, y me lo quisiera restregar en la cara. Pero, para qué amargarse y pensar que el cielo tiene puesta la atención en mí?


En fin, me desperté antes de que sonara el famoso bip! bip!... Me quede mirando al techo y escuché la lluvia caer un largo rato, tratándo de no pensar en cómo me sentía. Pero cómo no hacerlo? haha, para mi, casi imposible no pensar.
Y en medio de todas mis locas reflexiones matutinas, la lluvia empezó a a caer con fuerza, mucha fuerza; hasta con rabia, podría decir. Como si quisiera atravesar la ventana y con cada vidrio que saltara, hacerme un corte, solo así se apaciguaría. Recordándome todo y dejando muchas pequeñas cicatrices por ello.

Una vez más cerré los ojos con fuerza y rogué que pasara luego, no podía pedir otra cosa. Pero tuve que levantarme, y claro, salir.


Mientras iba en el furgón, todo se veía tan triste... Hasta los niños, que muchas veces me hartan de sus conversaciones tontas y despreocupadas, se callaron. Y toda la gente en la calle parecía tan ajena de lo que al cielo le pasaba y no podía entender. Era yo la única preocupada? Y sin embargo, aquello que pasaba era tan lejano a mi, que sólo me quedaba mirar desde lejos, querer que las cosas cambiaran desde lejos. Pero que egoísta querer cambiarlo todo. Las cosas están así, porque así tienen que estar, y es ajeno a mí.

Se me ocurrió escuchar música, y le quité la subjetividad. Eso me calmó un poco mientras iba en el furgón blanco esperando pacientemente en cada parada para que algun niño se subiera. Hasta que se subió ella y me dijo:Que lindo día, cierto?


Y de pronto, la lluvia en mí, empezo a calmarse lentamente. Quería ver las cosas distintas.

Sí- le dije sonriendo- Hoy, es un lindo día.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Y así...


La otra vez hablaba con un amigo, y me dí cuenta de algunas cosas. Se veía tan preocupado, tan deprimido pensando que su problema era lo peor que le podía pasar y que mayor sufrimiento que ese no podría sentir jamás. Pero, poniéndome yo en su situación, podría decir lo mismo? No, por el simple hecho de que conozco algo peor, sin embargo, lo que es el ahora para mí es doloroso.

Bueno, continuando el ciclo, el que lo vea de otra manera pensará, tendrá una idea vaga de lo que es, incluso, de lo que se siente. Y lo verá como algo diminuto; y yo quiero verlo así.

No supe qué decirle. Que las cosas saldrían bien y que le quedaba mucho por vivir. Que siempre me tendría para ayudarle, aunque no sé dar consejos. Me preguntó si yo podría averiguar algo, y le dije que lo intentaría, y de hecho lo hize. Y no me gustó lo que encontré.

No quería decirle la verdad. Le hubiera dolido más. Pero luego entendí, que era eso lo que él quería, y yo no podía decidir lo que era mejor o peor para él; digo, quería protegerlo, es mi amigo y lo quiero. Pero no sabía si ocultárselo era lo correcto. Quien sabe lo que es mejor para él más que él mismo?

Y se lo dije, asi sin más, pero con cierto pesar. Supongo que habrá sido horrible para él, y me dolió ver a su cara cambiar así. Nos abrazamos largo rato y luego me agradeció haberselo dicho.

Le di un abrazo y fuimos al mall a comer hamburguesas y reímos un rato. Después fuimos a su casa y me pidió que me fuera, que sabía que estaba ahí, pero que necesitaba pensar. Y me fui

Creo que yo hago lo mismo.