CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

sábado, 4 de octubre de 2008

Sueño

Y porqué llora? Me preguntó la vendedora detrás del mostrador. Y yo, perdida en mis cosas, pensando en todo lo que tenía que hacer, no me percaté de la situación hasta ese momento. En el suelo, a unos pasos de mí, entre la ropa de gala, lloraba sentada en un rincón del blanco suelo de cerámica, rodeada de la pálida pared; y vestida de negro. Ella.

Todo el mundo la miraba, y a ella parecía no importarle; y de hecho, se veía como si estuviera fuera de este mundo o algo así. No pude verle la cara, pero sus manos eran muy pálidas, casi blancas, y con ellas se tapaba y se secaba las lágrimas. Pero pareciera que con cada lágrima que caía, su ropa se iba deshaciendo, al igual que ella...

No sé porqué lo hace, ni siquiera la conozco- le contesté a la mujer, que parecía haberse olvidado al segundo de la situacion, al igual que todos los demás. Incluso, todos volvieron a lo que hacían. Y yo, viéndola tan sola, me acerqué lentamente hacia donde estaba, pensando en qué podría decirle para que se calmara. Después de todo, era una extraña para ella, y ella lo era para mí.

Y cuando estuve frente a ella, me reí para mí. No podía ser que no la conociera y quisiera ayudarla. Por qué no soy desinteresada como todo el mundo? Y ahí, pensé en darme la vuelta y volver, volver a mis cosas. Ya tenía suficiente con mis asuntos.

Fue entonces cuando una mano alzó la mía. Yo me asusté y voltié enseguida para ver quién era. No puedo recordar su rostro ahora, pero me pareció tan familiar su presencia...

Ella sufre, ella llora, sólo porque así lo decidió. No deberías entrometerte- me dijo.

Cómo no lo voy a hacer!-le dije soltando su mano- Mírala, pobrecita!

Pero él ya no estaba. Ni él ni nadie. Sólo nosotras dos, el blanco suelo, y la pálida pared. Y su vestido negro. Y, claro, ella seguía llorando; y no creí que notara mi presencia.

Sólo me senté a su lado, y la abrazé. En ese momento, dejó de llorar. Y yó, diciéndole que todo saldría mejor (hay algo mas repetido?), trataba de verla a la cara. Y lentamente fui descubriendo... los ojos maquillados de negro, las mejillas rosadas, chasquilla de lado...

Y me dí cuenta. Ella no era ella, sino, yo.