CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

lunes, 1 de septiembre de 2008

Tamii !

Si, aún recuerdo ese día. Al principio la noticia no me afectó para nada, al contrario, han sido tantas veces las que habíamos pensado en esa posibilidad que para mí era otra más que agregar a la lista.

Un fenómeno que se veía lejano. Siempre lo ví así. Nada más que eso... cuando era pequeña y se mencionaba la posibilidad con mi mamá siempre soñabamos algo mejor. Y luego la negación. No, no se podría... en cierto modo me molestaba ilusionarme. Hasta que un día dejé de hacerlo; después de todo, si no esperas nada, no te decepcionarás, cierto?

Pero esta vez era diferente. Cuando me encontre ahí, con las puertas abiertas, no lo quise creer. Que mi papá fuera a "ver" si era algo concreto, no fue algo para alarmarme. Al contrario, pensé que luego surgirían problemas y esas cosas, que lo dejarían como otro "pudo ser", y todo seguiría igual.

Cuando mi papá se fue a trabajar lejos, tampoco lo asumí. Lo único que creí fue que estaríamos lejos de él, no que nos iríamos con él. Pero cuando me dijeron que sí, que el cambio vendría, que era mejor estar juntos... me alegré, no puedo negarlo. Oportunidades así no se dan a menudo. Pero empezó la cuenta regresiva y en ese corto lapso de tiempo me di cuenta de todo lo que iba a dejar atrás, todo lo que ya no iba a formar "parte" de mí. Al menos no físicamente.

Aún así, no lo asumí hasta que puse un pie en el avión. Lloré como nunca. Lloré por todo lo que quizás no valoré, porque quizás me faltaron cosas que decir, y al volver ya no podré decirlas, porque me arrepiento de muchas cosas. Porque si hice daño, no lo podré remediar hasta que vuelva, y quizás para ese entonces, ya sea un poco tarde.

Mientras la azafata daba las instrucciones para un vuelo seguro yo me desmoronaba por dentro. Me sentía tan mínima, tan pequeña, tan indefensa. No sabía que iba a pasar conmigo. Todos seguirían su vida sin mi. Yo tenía que seguir sin ellos. Claro, estaba mi familia conmigo, pero los amigos se extrañan, en especial a esta edad, son demasiado importantes.

Quizás no habrían saludos en el fotolog, ni en el muro de facebook. Es cierto, no son cosas que importen mucho, pero hasta en esos detalles pensé. Que quizás a nadie le haría falta, tenía miedo por eso. Creí que no podría volver a reír con otra gente, que no tendría confianza, que no podría, simplemente porque no.

Quizás ahora las cosas son un poco diferentes, o por lo menos mi visión sobre ellas ha cambiado un poco.