Paz

Fue raro. Acostarse y mirar al cielo, saber que tenía que dormir, que ya amanecería otra vez. Y de adrede, perder la mirada en el techo, en la inmensa oscuridad, buscando reconocer formas que parecen cambiar cada vez que lo hago.

No había prisa. Al otro día no tenía colegio, y bueno, escuchar música. Escuchar muchas canciones con las que más de alguna vez me sentí identificada, o que me hacían recordar cosas, momentos, personas. Pero no fue así.

Fácil 10 canciones fueron las que escuché. Con la mirada en el techo, concentrándome sólo en oír, cada palabra, cada letra que se pronunciaba. Pero nada, no sentí nada, no estaba preocupada, ni enojada, ni feliz, ni triste, sólo calmada.

Y de pronto, las canciones y sus letras no eran más que eso, canciones y letras, y el resto tranquilidad.

Mi respiración también, mis latidos igual. Fue tan extraño para mí, que no recuerdo haberme sentido así antes. O si lo fue, fue hace mucho, mucho tiempo; más del que puedo recordar. Habiendo tantas cosas de que preocuparse, no estaba así, como soy, preocupada, pensando siempre en el mañana, en lo que pasará en muchos años más, recordando hasta el cansancio cosas que no valen la pena, o que ya no importan.

Se apaga la música. Hora de dormir.

Y desde ese día, no ha cambiado esa sensación. Me estoy sintiendo..conforme? Quizás, algo feliz.